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FFÚ ÚT TB BO OLL EE IIN NT TEEG GR RA AC CIIÓ ÓN N El país del arco iris acaba de des- pedir al fútbol mundial hasta den- tro de un año (cuando acoja la primera Copa del Mundo en sue- lo africano de la historia) envuel- to en una bandera que representa desde hace 15 años con sus seis colores la convergencia de 44 millones de personas en una sola nación, Sudáfrica. El fervor mostrado por el gran público hacia los iconos del balom- pié actual durante las dos sema- nas que ha durado la Copa de las Confederaciones evidenció un hecho ya totalmente insoslayable: el fútbol le está ganando la bata- lla al rugby y al cricket, los otros dos grandes deportes con los que compitió en clara desventaja duran- te largas décadas de segregación racial, hasta el punto de conver- tirse en el principal elemento inte- grador de una sociedad en la que la gente ya no mira por encima del hombro al vecino de al lado para ver de qué color tiene la piel. Poco importa que la televisión local, en un alarde reminis- cente de tiempos pre- téritos, inunde su parrilla sin solu- ción de continui- dad con partidos de cricket o de rugby, ya que son pocos en Sudáfrica los que les prestan atención. La razón es bien sencilla: a los negros, casi el 85% de la población del coloso africa- no, no les tiran para nada los depor- tes que la elite blanca hizo suyos durante los 40 años de Apartheid. El fútbol, en cambio, es su coto privado de caza. En ese terreno son capaces de recitar sin titubear desde la alineación del mítico Brasil del 70, hasta el once de los Bafana Bafa- na que les dio la primera y única Copa de África de su historia, en 1996. Y es que el balompié es el deporte de la mayoría, todo lo contrario que el rugby y al cric- ket, aunque es de justicia reco- nocer que los dos primeros logra- ron romper barreras otrora inson- dables para contribuir a la inte- gración racial una vez abo- lidas las leyes segrega- cionistas de la elite blan- ca que durante más de cuatro décadas opri- mieron a la inmensa mayoría de la pobla- ción en el país de los diamantes. www.peacecup.com 12 JULIO 2009 La disputa de la Copa Confederaciones en Sudáfrica ha dejado claro que el país ha superado las barreras raciales y que el fútbol está ganando sitio en este país. Envía PAZ al 5008 para apoyar los proyectos Peace Dream y gana premios y entradas del torneo. Coste por SMS: 1.40 (IVA incl.) El fútbol ganó la batalla al Apartheid
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